Por Mariela Sagel, en La Estrella de Panamá, 18 de abril de 2021.
En el año 2008 el escritor Javier Menéndez Flores, que estudió Filosofía y Letras en su Madrid natal, publicó un libro que, en su momento fue un éxito de ventas, donde recogía el perfil de treinta y un actores considerados los hombres más bellos del cine. Dicho libro causó revuelo y me acordé de él viendo recientemente un programa que dedicó al artista a quien le ha escrito tres biografías: Joaquín Sabina.
Con Javier me une una amistad circunstancial muy peculiar, ya que tengo todos sus libros y nos hemos visto una sola vez, gracias a la invitación del común amigo Melchor Miralles, gran amigo de Panamá, y con quien Menéndez Flores escribió “El hombre que no fui” hace unos tres años, sobre el crimen de los Marqueses de Urquijo, ocurrido en 1980, que ganó el premio Rodolfo Walsh de la Semana Negra de Gijón en 2018. La ocasión en la que nos vimos fue una inolvidable cena en Madrid en enero de 2019, pero ya desde antes había empezado a leer sus libros, sobre Sabina. Javier es un colaborador habitual de la prensa y últimamente ha estado muy activo en la pantalla chica, siempre con el aplomo que le da el haberse estudiado todos sus personajes. Ha sido responsable de la histórica Guía del Ocio de Madrid, en donde durante un lustro se ocupó de la crónica nocturna y de las entrevistas. Es colaborador asiduo en otras publicaciones, como Rolling Stone (del 2009 al 2013), Interviú, revista para la que a lo largo de quince años entrevistó a fondo a más de quinientas personalidades del mundo de la cultura y el espectáculo y El Mundo.
Tiene libros de entrevistas, como “Miénteme mientras me besas”, que retrata las principales figuras de la canción española y latinoamericana, y “Arte en vena, 50 creadores se confiesan” (2007) que recoge charlas con grandes personalidades de la literatura, el cine y la música. Su más reciente novela, “Todos nosotros”, publicada el año pasado, es una narración sin tregua que combina ritmo, suspense y violencia que, a pesar de todo, enaltece la fuerza del amor.
Esta antología, sin embargo, no lo recoge todo, ya que hay algunas caras bonitas que tuvieron que quedarse fuera y también, como han pasado ya 13 años desde su publicación, algunos han muerto y otros han surgido, especialmente los actores turcos, que están tan en boga actualmente.
Las mujeres acogieron con gran alegría esa publicación en su momento, y algunos hombres criticaron, no sin cierto celo, que se dedicara un libro a actores, sin embargo, el autor fue enfático en la presentación del libro que no solo era la belleza del personaje sino el éxito en su carrera y la gran personalidad con que adornaba su estilo y el aporte inconmensurable que le dieron al llamado séptimo arte.
LOS GUAPOS
En este libro están los galanes de los años treinta y cuarenta, los rebeldes de los años cincuenta y sesenta, los idealistas comprometidos de los sesenta, los más pragmáticos y materialistas de los ochenta y noventa y así, hasta la fecha de la publicación. La ventaja que tiene el cine, y que seguramente muchos estarán de acuerdo, es la inmortalidad. ¿Quiénes no suspiramos por Robert Redford, Paul Newman y Mel Gibson y ahora, los que están vivos, nos parecen unos viejitos? Si recordamos a Marlon Brando no lo asociamos con El Padrino, sino con el protagonista de “Un tranvía llamado deseo”. Como dice el autor en su “a manera de prólogo”, “tan solo lo bueno permanece”. Y en ese prólogo el autor aclara que está escrito por un heterosexual para desmontar el viejo y absurdo tópico según el cual no es posible valorar en su justa medida la belleza de alguien del mismo sexo si sus gustos carnales no van por allí.
Pero veamos quiénes están en esta lista: La encabeza Antonio Banderas para ceñirse a un riguroso orden alfabético y coincide con ser un español, “un malagueño en llamas”, como lo subtitula. Nacido en 1960 no solo se ha destacado como un gran actor, también cantante, que empezó su carrera profesional como artista de teatro. Fue fichado por Pedro Almodóvar en su segundo largometraje y de allí la lista es larga e interminable.
“La leyenda del Zorro” y otros libros de Isabel Allende llevados al cine y más recientemente su actuación como Picasso, su coterráneo, le han colocado en un lugar privilegiado.
Sigue la lista con Javier Bardem, nacido en Las Palmas de Gran Canarias en 1969, cuya estelaridad se empezó a sentir al interpretar al escritor cubano Reinaldo Arenas, primer aspirante español al Oscar como mejor actor.
Continúa con Warren Beatty, nacido en Virginia, Estados Unidos, en 1937 y hermano de la legendaria Shirley Mac Laine, quien fue el actor que representó a John Reed, periodista que fue el fundador del Partido Comunista de Estados Unidos y único estadounidense enterrado en el Kremlin. Junto con Robert Redford, con quien tiene muchas similitudes a las que me referiré más adelante, asumieron hacer un cine “de compromiso”. Un hombre de grandes pasiones amorosas y con una larga lista de romances, al que Joan Collins lo señaló como “mágico en la cama”, tiene en su mochila amantes como Brigitte Bardot, Jane Fonda, Barbra Streisand, Candice Bergen, Catherine Deneuve, Cher, Bianca Jagger, Madonna, Diana Ross, Margaux Hemmingway y una legión entera. Su hermana dijo, en alguna ocasión, que “soy la única mujer en Hollywood que no se ha acostado con mi hermano”.
Seguimos con Jean Paul Belmondo, francés nacido en 1933 y estudiante de artes escénicas, se le dice un feo irresistible y es muy recordado por “Los Miserables”, ambientada en la II guerra Mundial (obra de Víctor Hugo), por la que recibió un Globo de Oro. Acaba de cumplir 88 años.
Marlon Brando es uno de los grandes mitos eróticos masculinos de la segunda mitad del siglo XX. Oriundo de Nebraska, nacido en 1924, era el prototipo del macho/macho. Tenía un físico aplastante, con una nariz romana y erótica, boca carnosa y poderoso mentón, provocaba verdaderos cataclismos en las mujeres de la década de los cincuenta. Sin embargo, circunstancias familiares por tragedias que atravesaron sus hijos, no lo dejaron terminar su vida cinematográfica como debía, y murió en 2004 a los ochenta años.
Helmut Berger, nacido en Austria en 1944, fue el personaje principal en “El retrato de Dorian Grey”, cuando se le llegó a considerar “el hombre más hermoso del mundo”. Los cinéfilos que acostumbran a asistir a las noches de cine literario de la Academia Panameña de la Lengua lo recuerdan en “El jardín de los Finzi Contini”, donde su belleza se convierte en oscuro objeto de deseo que incendia los ánimos. Con 76 años fue amante del director Luchino Visconti hasta la muerte de éste.
Pierce Brosnan, elegante y seductor, irlandés de 68 años, con un cuerpo escultórico, tiene una larga filmografía, en la que se destacan sus papeles como James Bond, agente 007, y “El Sastre de Panamá”, además de ser la cara de los relojes Omega.
Montgomery Clift, nacido en 1920, tuvo una personalidad autodestructiva y murió en 1966 con apenas cuarenta y cinco años y habiendo llevado una carrera errática, en la que se destacan cuatro candidaturas al Oscar por, entre otras, “Los ángeles perdidos”, “En lugar del sol”, “De aquí a la eternidad” y “¿Vencedores o vencidos”?
¿Quiénes no hemos suspirado por George Clooney, oriundo de Kentucky, nacido en 1961? Igual que Robert Redford, quiso ser jugador profesional de beisbol. Pero pudo más la actuación y, en su caso, la dirección de cine, como es el caso de “Confesiones de una mente peligrosa” y “Buenas noches, buena suerte”.
Sean Connery es un sexy de pasados los setenta, que fue el James Bond más aclamado de cuantos han protagonizado ese personaje. Escocés nacido en 1930 y de orígenes muy humildes, se enroló en la marina apenas pudo y de allí llegó a ser Mr. Body en 1953 por su espectacular físico. Su carrera artística fue en ascenso y la reina Isabel II de Inglaterra le otorgó el título de Sir Sean Connery “por capturar el espíritu inglés e importarlo al resto del mundo”. Murió en octubre del 2020.
Lo dejamos esta semana hasta aquí, para poder ahondar en cada uno de los siguientes veintiún guapos de leyenda.
