Inventando la rueda
16 de Agosto de 2010
Vemos cómo cada cinco años el gobierno que asciende al poder le da por despreciar todo lo que ha hecho el anterior y querer inventar de nuevo la rueda. Eso pasa porque no hay continuidad en las gestiones, y porque para justificar sus candidaturas los aspirantes tienden a prometer todo lo que, a su juicio, han dejado de hacer sus antecesores.
En nuestro país, desde que vivimos en democracia –si es que lo que ahora mismo estamos viviendo se puede llamar así– no hay continuidad en las políticas públicas. Por más dinero que se haya invertido en estudios, diseños, planes, el nuevo gobierno empieza otro diseño, otro estudio, otros planes para hacer lo mismo. El Estado pagando y el tiempo pasando.
Un caso típico es el de los planes de turismo que se realizaron durante la gestión Pérez Balladares, que reunió a expertos y científicos, contó con consultores internacionales y estableció las pautas para que existiera en Panamá un turismo cultural, ecológico e histórico, además de sentar las bases para el desarrollo de las playas y el resto del interior, mediante la creación de la Ley 8. Doce años después se intenta volver a empezar, como si todo el tiempo y el dinero que se empleó o no existiera o no sirviera de nada. Y por no haber hecho el trabajo correctamente o no haber asumido nuestras responsabilidades, los organismos internacionales amenazan con retirarnos las designaciones que nos han otorgado (por ejemplo, el de ser Patrimonio de la Humanidad).
Otro caso ha sido el de desestimar los estudios que se hicieron, también hace más de diez años, sobre el Metro. En su momento la propuesta de hacer un tren ligero contaba con estudio de factibilidad y financiamiento aprobado y todo se perdió, para acabar volviendo a hacer todos los planes, perdiendo las ofertas de financiamiento y el estudio de factibilidad. El resultado: el Metro se va a pasar siguiendo la misma ruta, pero costándole al Estado el doble.
Los corredores Norte y Sur no fueron inventados o diseñados durante la gestión del Toro; existían en papel desde los años ochenta. Su gobierno lo único que hizo fue desempolvarlos, adecuarlos y hacerlos. Lo mismo con las privatizaciones del IRHE y el INTEL, de haber vuelto a empezar no hubiera alcanzado el tiempo. ¿Por qué no aprendemos de las gestiones que supieron hacer bien las cosas?