LA URGENCIA POR RECICLAR
Por Mariela Sagel, El Siglo, 6 de enero de 2020
Todos los años vemos el mismo espectáculo: aceras desbordadas de basura, donde se mezclan cajas de cartón que guardaban juguetes o aparatos electrónicos, foam que protegía esos aparatos de los golpes, desperdicios de comida, latas, plásticos, botellas y otras cosas, arrimadas para que los empleados de la Autoridad de Aseo los recoja. Es patético. Las cosas serían muy diferentes si empezáramos a tomar conciencia de que la basura, ordenada, se debe reciclar y con ello, mejoramos la conservación del ambiente.
Es tan fácil reciclar, que debe ser una materia que se incluya en el pensum escolar, tal como teníamos educación para el hogar en mis tiempos. A mí me enseñaron a coser, y valoro mucho esa destreza, que no solo me ha sacado de apuros, sino que me ha dado satisfacciones. Un niño que aprende que las latas se ponen a un lado, los papeles en otro, los envases plásticos aparte y lo orgánico en la bolsa que se saca todos los días, lo adopta como un proyecto de vida y se sigue comportando con respeto hacia el medio ambiente el resto de su existencia.
En otros países, que tienen conciencia ambiental, se recoge la basura orgánica cada tres días, y lo reciclable una vez por semana, porque no acumula olor ni atrae insectos. El día que el gobierno o los empresarios se den cuenta de que la basura es una fuente de riqueza, que a través del reciclaje se puede hacer dinero, las cosas cambiarán, pero mientras tanto, seguimos botando alegremente, indiscriminadamente, lo que desechamos.
Ahora se ha ido levantando una conciencia hacia el reciclaje y hay numerosos centros de acopio, en supermercados, farmacias, hasta en los mismos edificios o comunidades cerradas. En los sitios públicos, como centros comerciales, aeropuertos y otros también hay botes de basura segregados en plástico, papel.
Ojalá que el año 2020 sea el de la conciencia ambiental para que no veamos esas deplorables escenas de basura desperdigada, hasta en las mejores barriadas.