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LAS PRIORIDADES DE LOS TABLEÑOS

Mariela Sagel/El Siglo, 20 de diciembre de 2015

Desde hace algunas semanas se vienen ventilando en los medios de comunicación, especialmente en la televisión, una polémica que hay entre Calle Arriba y Calle Abajo y la Calle del Medio en las Tablas, que han amenazado con violencia a los que están en el bando opuesto.

Los que somos ajenos a estos menesteres vemos con estupefacción que en Las Tablas predomina una sequía rampante, las reses se están muriendo porque no tienen pasto que comer y las cosechas se están perdiendo.  Pero pareciera que lo único que le interesa a los moradores de ese lugar es si va a salir una reina, si van a salir dos o tres, y todo lo que tienen invertido en lentejuelas, canutillos, carros alegóricos, cohetes y demás banalidades.  El asunto no fuera tan preocupante si a diario no se ventilara este pueril e irrelevante diferendo en los medios masivos de comunicación, como si fuera la noticia más importante del día, cuando en el mundo están pasando cosas tan espeluznantes que podemos estar abocándonos a la tercera guerra mundial, y aquí ni nos enteramos. O que en Panamá juzgan el ex presidente prófugo y lo declaran en rebeldía.

Mario Vargas Llosa escribió hace unos años un libro de ensayos titulado “La Civilización del Espectáculo” donde señala que «La creciente banalización del arte y la literatura, el triunfo del amarillismo en la prensa y la frivolidad de la política son síntomas de un mal mayor que aqueja a la sociedad contemporánea: la suicida.  Yo creo que el suicidio colectivo que estamos experimentando viene desde el tema de los carnavales hasta el asunto del fastuoso desfile de Navidad que costó $4 millones de dólares.

Habría que costear cuánto costó por persona el mentado desfile y cuánto representa el ingreso de los carnavales tableños versus invertir en teatros municipales o en el agro de las devastadas provincias centrales.  Enseñar a pescar o darles un pez, esa es la gran disyuntiva.