NO MÁS BOLSAS PLÁSTICAS
Por Mariela Sagel, El Siglo, 22 de julio de 2019
El tan esperado 20 de julio llegó y, aunque faltó una masiva divulgación por parte del gobierno anterior de la importancia que representa reemplazar las bolsas plásticas por las reutilizables, en los últimos días se le metió velocidad a la campaña que hizo efectiva la ley.
Desde que se promulgó la ley estuve pendiente de ver si los comercios iban a adaptarse a vivir sin plástico. En lo personal, llevo como unas 50 bolsas reutilizables en mi auto, pues desde hace como 10 años en mi casa se recicla todo, y la conciencia de las tres R está muy arraigada en mi familia. Tengo además en mi cartera, unas coquetas bolsas que se expanden para, en caso de no tener dónde meter lo que compro o me dan, pueda hacerlo sin perjuicio al medio ambiente.
Me complació mucho que en estas dos últimas semanas el mensaje sobre la entrada en vigor de la ley que prohibía el uso de las bolsas era de que se evitaría seguir dañando el medio ambiente, la contaminación de los océanos y, por ende, garantizar la sobrevivencia del planeta. Prohibir por prohibir no es el asunto. Los comercios, hasta los medios como éste, obsequiaron bolsas reutilizables en los días anteriores al 20 de julio. Las grandes tiendas por departamento, que utilizan grandes bolsas para empaquetar estuvieron a tiempo para ofrecer bolsas libres de polietileno. Se vio una campaña masiva docente, enfocada a diferenciar los componentes de las bolsas que se pueden utilizar y se sintió la presencia de la ACODECO en los comercios.
Desde el año pasado había visto sorprendida que en Marruecos usan unas bolsas de material vegetal para empacar todo lo que se compra, aún en tiendas de expendio al detal que, encima, no pesan nada. Panamá se convirtió esta semana en el primer país centroamericano en prohibir el uso de las bolsas de plásticas, así como Marruecos lo hizo en 2016, importando además basura para generar energía. Sigamos esas buenas prácticas.