PERGE, ASPENDOS Y ANTALYA
Por Mariela Sagel, en La Estrella de Panamá, 19 de marzo de 2021.
En mi reciente incursión por las tierras del este del Mar Mediterráneo, sobre el cual Turquía tiene la costa más extensa, estuve en Antalya, “el lugar más bonito del mundo” según Mustafá Kemal Atatürk, el padre de la patria turca. Mi recorrido me llevó por algunas ciudades que son emblemáticas de esta costa bañada por el Mare Nostrum que está rodeada de montañas.
Perge está a unos 60 metros sobre el nivel del mar y estableció su sede en la Acrópolis, un pico de 2,500 metros de extensión. La ciudad es bañada por el río Aksu, que generaba un comercio marítimo, lo que la convirtió en una ciudad de puerto y tierras abundantes de llanura, ideales para la agricultura.
Sus productos fueron en gran demanda a través de su beligerancia en el comercio mundial. Desde el siglo XIX viajeros y hombres de negocios visitaron el área. De repente, en 1943 se descubrieron obras antiguas de gran impacto y que hoy se exhiben como solo los turcos lo saben hacer: con excelencia.
Al mismo tiempo, en una población cercana, Side, se estaban llevando a cabo excavaciones por lo que la alternancia hizo que se diera a intervalos. Durante las mismas se fueron descubriendo muchas esculturas de gran calidad, que están exhibidas en el museo de Antalya.
Según los estudiosos, después de la guerra de Troya la ciudad fue establecida por los que colonizaron Argos, que nombraron la ciudad como Pamfilia (“Ciudad de todas las razas o tribus”). En realidad, las bases de las esculturas son del imperio romano, pero de allí se pasa al período helenístico. Su nombre, Perge, no es griego, como sí lo es Side y Aspendos. Proviene de la lengua otomana indígena. Investigaciones llevadas a cabo por expertos historiadores y arqueólogos demuestran que la ciudad fue construida como vivienda en los años 2 y 3 AC. La famosa diosa de Perge, Artemis Pergaia no es una diosa griega.
Sus orígenes se remontan a la época de bronce temprano, Calcolítico y Neolítico temprano. A principios del siglo 7 AC se realizó la colonización griega y encontraron a un pueblo muy orgulloso de sus tradiciones y costumbres culturales que la distinguían. En el año 546 AC cayó bajo dominación persa y con la entrada en escena de Alejandro Magno, antes de conquistar Frigia y orientar a los combatientes, que se dirigían a otros lugares, llegó a Fasélide, donde estuvo pernoctando. Con la ayuda de guías de Perge sus soldados caminaron desde las montañas hasta llegar a Pamfilia.
Esta ciudad se rindió al emperador macedonio, más no Aspendos. Durante la época helenística de Perge se empezó a construir la ciudad que hoy vemos, que tiene casi la misma extensión que Éfeso (sin la grandiosa biblioteca de Celso) e iba desde la montaña hacia la llanura. A la muerte de Alejandro quedó bajo dominación de Antígona para posteriormente ser dominada por Seleuco, fundador de la dinastía y del Imperio seléucida. Durante esa época se construyeron los muelles. A principios del siglo 2 DC la ciudad recibió las donaciones de una mujer muy rica e influyente llamada Plancia Magna. A partir de entonces, vino la época más importante y de mayor desarrollo, bajo el imperio romano. Se construyeron grandes avenidas bordeadas de columnas, saunas, baños romanos, ágoras, estadios, teatros, etc.
Perge alcanzó el estatus de ciudad con el emperador Tito Flavio Domiciano (D.C. 51-96), cuando se elevó su estatus a metrópolis. El cristianismo era muy difundido, pero en el siglo 7 DC empezó la influencia árabe, lo que fue dispersando a los oriundos de Perge. De sus famosos personajes podemos rescatar a Apolonio, matemático, filósofo y místico, el primer hombre de ciencias que investigó las características de los eclipses.
Los hallazgos que se dieron en las excavaciones en Perge y los sarcófagos con figuras y obras de escultura que se exponen en el Museo de Antalya indican que hubo talleres o escuelas de escultura de alto nivel. También la cerámica se desarrolló mucho.
ASPENDOS
En la ruta Antalya-Alanya está Aspendos, en la región de Pamfilia. Debe su vida a que el río Euromendon riega sus tierras, siendo el más importante de esa región. En esta zona se produce una gran cantidad de aceite y de vino, por el consecuente regadío que reciben las tierras que les hacen tener un alto rendimiento. También es la tierra de los caballos, hay una carrera famosa, que tiene lugar cerca de Aspendos. Estos equinos aseguraban la comunicación con el Mar Mediterráneo y también el refugio de los barcos. Es importante también el muelle con que contaba y por donde pasaba una importante ruta comercial. De sus mayores producciones está la sal que se obtenía en el lago salado de Capria. Se dice que los muebles hechos de árbol de limón y rosa eran artículos muy preciados y lujosos que no solo se conseguían en Roma sino a lo largo de la costa mediterránea. Poco a poco se fue convirtiendo en un centro comercial importante en la región de Pamfilia.
Algunos historiadores datan su formación por parte de los colonizadores que vinieron de Argos en el siglo 12 AC, pero después cayó bajo el dominio persa para posteriormente entrar en la unidad marítima de Attika-Delos, que lideró Grecia. Vuelve y entra en escena Alejandro Magno en el año 334 AC, conquistando Pamfilia desde Fasélide, que abarcaba Aspendos, y le ofrecieron dinero y caballos para que no destruyera la ciudad, que el macedonio aceptó. En vista de que no cumplieron con su ofrecimiento, Alejandro volvió a la ciudad y pidió el doble de lo que le habían ofrecido y lo consiguió. A su muerte, le tocó a Antígono controlar la ciudad hasta la guerra de Ipsos, en el año 301 AC.
Al conectarse Anatolia con Roma, y ésta convertirse en una provincia asiática, la ciudad de Aspendos fue independiente por un tiempo. En época del emperador romano Octavio Augusto se le vinculó con la provincia de Laconia y con el emperador Claudio a la provincia de Panfilia-Licia. Estando en el sur de Anatolia, sufrió incursiones árabes hasta que en el siglo XV cayó en manos del imperio otomano.
De estos dos sitios históricos se conservan la mayoría de sus trazados, y se están restaurando poco a poco sus más importantes edificios, como las torres que resguardaban la ciudad, el teatro, con hermosas figuras que hacen las veces de columnas, las jaulas de las bestias, y la combinación de los estilos jónico y corintio. El auditorio es un perfecto semicírculo, donde hay veinte asientos construidos con bloques de arcillas especiales, que eran los VIP de esa época. Todo estaba segregado por categorías y relevancia de los personajes que asistían.
No alcancé a llegar a Side, donde es común ver la cría de caballos, pero me queda pendiente, estaba más allá del camino entre Antalya y Alanya. Me queda pendiente porque me dicen que es un paraíso. En Antalya pude estar frente a la famosa Puerta de Adriano, y ver su casco antiguo, con una de las bahías y marinas más espectaculares que he visto, y sentir el “savoir faire” de este destino frente al mar que acoge a los visitantes con mucha calidez.
También me queda pendiente averiguar si es cierto que la reina egipcia, Cleopatra, nació en Alanya, una costa preciosa llena de platanares y sembradíos de algodón.