Por Mariela Sagel, 3 de febrero de 2020, El Siglo de Panamá
Todo en la vida tiene su principio y final. Nada dura para siempre. Cuando uno empieza algo debe saber cuándo y cómo terminarlo. Es lo que ha pasado con mi segmento “Entre Letras”, que por ocho años tuve semanalmente en el noticiero matutino de Telémetro. Eran apenas de 3 a 5 minutos, en los que recomendaba la lectura de un libro.
Antonio Skarmeta, el escritor chileno famoso por “El Cartero de Neruda” hizo uno parecido pero a un nivel mucho más ambicioso, porque lo pasaban hasta en la televisión internacional. Tenía la ventaja de un respaldo total para viajar y visitar a escritores reconocidos en sus bibliotecas.
El esfuerzo hecho por estos años ha sido gratificante. Lo que empezó como una aventura, a la que íbamos en vivo y compartíamos las novedades, los libros que estaban leyendo las personas conocidas y lo que más se vendía pasó a ser una producción desde las librerías panameñas, con cambio de vestuario y accesorios. Gracias al espacio que me brindaron Gran Morrison, El Hombre de La Mancha, Exedra, Sanborn’s y la Librería de Panamá Viejo pude dar a conocer muchos autores que a lo mejor no tienen tanta publicidad como las estrellas editoriales. También me esmeré en divulgar la ingente labor que hacen los escritores panameños al publicar sus libros, muchas veces con recursos propios.
Pero después de ocho años y el cambio de formato del noticiero, el segmento poco salía, a pesar de que yo seguía filmando y la productora editando. El actual ministro de cultura, Carlos Aguilar, que era director de noticias en Medcom cuando iniciamos, apoyó mucho la iniciativa. El mayor apoyo que tuve fue de Nicolás González Revilla padre, que siempre respaldó que continuara. Lo patético del tema es que en todos los noticieros sale el segmento farándula pero éste solo una vez a la semana, cuando podía. Ojalá que otra persona recoja la antorcha y haya un relevo, tanto generacional como de mentalidad. Me satisface el haber orientado a muchos sobre qué leer y a promover las librerías desde donde grababa.