Por Mariela Sagel, en La Estrella de Panamá, 20 de febrero de 2022.

En días pasados, en torno al 15 de septiembre, fecha en que las repúblicas centroamericanas conmemoran su independencia de España, el embajador de Guatemala en Turquía, Jairo Estrada Barrios, organizó una muestra de dibujos del pintor Fernando Valdiviezo en el espacio abierto de la Torre Atakule, símbolo emblemático de la ciudad de Ankara.  El motivo, además de ser parte de las celebraciones en torno al Bicentenario de la Independencia de España y que la Cancillería turca ha acogido con tanto entusiasmo, era la conmemoración de los 147 años en los que ambos países, Guatemala y Turquía, han mantenido relaciones diplomáticas.

     La exposición, titulada sugestivamente “Living Symbology” muestra las diferentes denominaciones de la lira turca junto a personajes importantes de la historia de este país tan rico en cultura.  Un conjunto de siete dibujos nos permite conocer la visión del artista de cada una de las personalidades que aparecen en sus cuadros que ensalza y muestra el antiguo imperio otomano, con sus grandes avances como República de Turquía actualmente.

     Las piezas de arte, simbología viviente que incluye a la lira turca integrada al personaje que ensalza, serán donadas como parte de un regalo al gobierno de Turquía por los 147 años de relaciones entre los dos países.  Guatemala ha recibido, desde los tiempos del imperio otomano, concretamente desde 1860, muchos migrantes, hasta el fin de la primera Guerra Mundial.  Gracias a esa migración se establecieron las bases de una productiva colaboración entre los dos países.

     Durante la apertura de la muestra se mostró un video del artista, donde explicaba cada pieza y el personaje que representaba, que han contribuido a la vida cultural y social de este país, como inspiración del proceso creativo.

     La lira de denominación 5 destaca la trayectoria del Profesor Aydin Sayili, que estudió el universo con especial dedicación al estudio del arco iris y la fenomenología de la luz, así como los fenómenos meteorológicos.  El nombre de esa pieza es “El que descubrió el misterio”.

     La denominación de 10 liras lleva la imagen del distinguido profesor Cahit Arf, que estudió a profundidad las matemáticas como el misterio y la base conceptual para la construcción del universo.  Adicional a esto, este matemático turco estudió los nudos, base científica en la que se apoya la estructura de los nudos.  El nombre de la obra es “Caminando en la estructura”.

     La que destaca el billete de 20 liras está dedicada al arquitecto Ahmet Kemaleddin, que perteneció al primer movimiento arquitectónico turco y un hombre que dedicó su vida a los estilos arquitectónicos, tan ricos en este país, desde los tiempos otomanos.  El nombre de la pieza es “El secreto del espacio”.

     El billete de 50 liras está dedicado a la novelista y ensayista Fatma Aliye Topuz, nacida en el siglo XIX y que luchó por los derechos de la mujer y ése fue el “leit motiv” de sus trabajos literarios. El dibujo dedicado a ella se llama “Cartas al cielo”.

     El personaje que engalana el billete de 100 liras turcas es Buhurizade Mustafa Itri, un músico que, además de haber estudiado a profundidad la música de este país compuso más de mil piezas.  Su cuadro se llama “El sonido del cielo”.

     Hay dos piezas dedicadas al billete de 200 liras turcas, como tributo al próximo centenario de la república en 2023.  Uno destaca a Yumus Emre, que fue un escritor de primera, que influyó en el desarrollo de la literatura a través de la historia de este país y cuyo nombre es “Herencia Universal”.

     El otro billete de 200 liras turcas no podía estar dedicado a otro que no fuera Mustafá Kemal Atatürk, el padre de la patria, el que hace casi cien años convirtió un imperio en una república y que tuvo una visión que hoy día sigue vigente en todos los campos del desarrollo de esta gran nación.  Este cuadro se titula “Sabiduría, visión y espíritu”.

     Pero por qué hacer dibujos en torno a billetes de lira turca, le preguntaron al embajador.  Su respuesta fue de lo más elocuente y aplica para todos los que perseguimos ese mismo objetivo:  hacer diplomacia cultural, que es lo que permite fortalecer las relaciones entre los países.

FERNANDO VALDIVIEZO

     Nacido en la capital de la República de Guatemala, en 1962, es licenciado en Artes Visuales con especialización en pintura por la Universidad de San Carlos.

     No es la primera vez que Valdiviezo utiliza este tipo de expresión en su obra.  En el año 2016 tuvo una exposición en su país natal titulada “Hablando de plata”, donde mostró una colección que trabajó por ocho años como una crítica a la sociedad que se centra en la producción de dinero y para llamar la atención de la excesiva importancia que se le da al mismo

     En esa ocasión también hizo el montaje de billete de curso en Guatemala con personajes que eran, aparentemente, incorruptibles y de una vida ejemplar, aunque muchas veces no fuera así, según manifestó el artista.

     No siempre ha escogido para sus ilustraciones personajes loables, como es el caso de Turquía. Su arte invita a cuestionarse la propia vida, comprobar si las enseñanzas del todo son correctas y si realmente el dinero es el fin que se persigue.

     Ha expuesto en Italia, España, Estados Unidos, Francia y ahora Turquía, con sus obras conceptuales que mandan un mensaje, a veces cínico, en esta ocasión alentador.

     Ha tenido muestras donde sobresale la Ética y Estética, que estuvieron marcadas por ser una burla a los valores.  Al respecto, el artista declaró que “Los seres humanos estamos dejando de ser nosotros con tal de vernos reflejados en objetos de moda”.  Esto aplica a la historia de Guatemala, que ha sido tan convulsa y el artista ha querido dejar constancia del poder y la dominación.  En esta exposición mostrada en Turquía, le ha hecho un homenaje al país que nos acoge resaltando personajes históricos que dieron su aporte inquebrantable para que surgiera la moderna nación que hoy lidera muchos campos de las relaciones internacionales.

Cada pieza se trabajó en una técnica de tinta en papel moneda intervenido. Las tintas se dibujaron sobre papel algodón.  Unas obras inéditas y una gran celebración de dos importantes fechas: los 147 años de relaciones diplomáticas entre los dos países y los 200 años de la independencia de España de las repúblicas centroamericanas.