Por Mariela Sagel, El Siglo, 4 de julio de 2016

Una vez superado la obligatoria puesta en marcha de la ampliación del canal, nuestro país debe volcarse a abrazar una causa que una a todos los panameños, como en su momento fue la recuperación del Canal de Panamá.  Esa causa debe ser la educación, elevar la misma para que esté acorde al crecimiento que tiene el país.

Según la ley de educación, que nos rige hace años, se debe invertir un 6% del Producto Interno Bruto (PIB) en educación y se estima que si llega a 3% es mucho, y parte de ese dinero se va en pagar salarios y reparar escuelas –que nunca están bien – y no en innovar e invertir en superar barreras que nos han tenido atados a viejas prácticas educativas.

Recientemente la Ciudad del Saber, que fue creada como “un faro del conocimiento”, participó en una conferencia en Estados Unidos en la que se reunieron representantes de centros académicos de todas partes del mundo, para establecer lazos de intercambio e internacionalizar la educación.  Se lograron acuerdos muy interesantes que se encaminan a establecer una marca país en base a la educación.

La Ciudad del Saber estuvo a la cabeza de la representación panameña y las instituciones que nos representaron fueron Senacyt, Universidad Tecnológica de Panamá, Universidad Marítima de Panamá, Quality Leadership University y cuatro centros internacionales con filial en el istmo, Florida State University, University of South Florida, Universidad Francisco Marroquín y la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

Panamá es ideal para el establecimiento de hub educativo, toda vez que tiene todas las fortalezas invertidas en servicios globales como logística, banca, comercio y turismo.  Así mismo,  la Ciudad del Saber tiene un centro de ayuda humanitaria con la presencia de organizaciones no gubernamentales.  Además, la ciudad de Panamá es una ciudad moderna, con talentos internacionales que pueden convertirse en centros de educación de calidad que ofrece nichos incomparables, como la diversidad cultural, la rica biodiversidad y la incomparable prosperidad.