MARIELA SAGEL
El Siglo, 8 de Agosto de 2011
Los estados miembros de la Organización de los Estados Americanos (OEA) decretaron el 2011 como Año Interamericano de la Cultura en reconocimiento al papel central que ella desempeña en el desarrollo económico, social y humano de todas las comunidades. Además de celebrar la diversidad de culturas en las Américas, el Año Interamericano de la Cultura tiene como objetivo generar un impacto que trascienda el presente año y propicie el diseño e implementación de políticas públicas y proyectos destinados, especialmente, a fortalecer las industrias culturales y a promover la cultura como herramienta de inclusión social.
La semana pasada, en el Ateneo de la Ciudad del Saber, la sede panameña de la OEA celebró una gala cultural, que mostró con hermoso despliegue nuestras culturas en las figuras de los principales grupos indígenas y manifestaciones como los congos y los diablos espejos, todo amenizado con unas pinceladas musicales magistralmente interpretadas por el grupo de Toby Muñoz, desfile de vestidos típicos y polleras lujosísimas, una declamación de la poesía ‘Mi Pollera’, de la poetisa Ana Isabel Illueca, y la culminación de esa expresión autóctona representada por los trajes del carnaval tableño.
Es todavía más representativo que la distinguida representante de esa organización en nuestro país, doña Abigail Castro de Pérez, escogiera celebrarlo en el anfiteatro con el que cuenta la Ciudad del Saber, una antigua base militar que hoy alberga una pujante comunidad internacional en la que la colaboración empresarial, académica, científica y humanística tiene como horizonte un desarrollo más humano y sostenible, basado sobre todo en el conocimiento. El Ateneo, que hacía falta para celebrar todo tipo de actividades donde se reúna un grupo grande de personas, no tiene ni un año de estar funcionando y ya ha servido de escenario para innumerables representaciones, como lo son conciertos, películas, charlas, debates y ahora esta vistosa gala que contó con la participación entusiasta del público y sobre todo, de los principales regentes de la cultura a nivel nacional.
Una estupenda oportunidad para recordar que nuestro país es una pléyade de manifestaciones artísticas y que todas aportan a su compromiso de elevar la cultura a favor de los pueblos, además de estar muy conscientes en la capacidad formadora de valores a través de ella y a brindar espacios integrales en la construcción de sociedades más justas y equitativas.
En pocas palabras, nuestra cultura es la que le da sentido a nuestras vidas.