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Una visita a Shusha y los territorios en conflicto

Por Mariela Sagel, 12 de noviembre de 2022.

Vista general del área.

  La concurrencia con Azerbaiyán me permitió participar de un viaje organizado por el gobierno de ese país a los territorios que recuperaron después de que se pusiera fin al conflicto en la región Transcaucásica que se conoce como Alto Karabaj o Nagorno Karabaj.  Transcaucasia, Cáucaso meridional o Cáucaso sur es una región política del Cáucaso que comprende los actuales estados de Armenia, Azerbaiyán y Georgia, y las repúblicas parcialmente reconocidas de Abjasia, Artsaj y Osetia del Sur, además de la República Autónoma de Najichevan (parte de Azerbaiyán). Áreas menores de Turquía e Irán también se encuentran dentro del Cáucaso sur. Una vez ubicados en el área, podremos comprender los conflictos en que se han visto involucrados y que datan de los tiempos de los soviéticos.

Entrada a Shusha.

  Una vez los comunistas en el poder, en los años ´20 del siglo pasado, estalló un conflicto por la posesión de Najichevan, Zangechur y Alto Karabaj, que estaban en poder de los armenios y que los azeríes reclamaban como propios.  Eran unos años muy convulsos y los nacionalistas turcos, en vísperas de su proclamación como república, se habían rebelado contra el tratado de Sèvres, mientras que Armenia recibía ayuda de armamento del Reino Unido.  Con apoyo turco, los azeríes retomaron el poder del enclave y lo adosaron como República Soviética.  Al final de ese año se llegó a un acuerdo de paz que puso fin a la guerra y Armenia cedió los territorios. Lenin entregó Najichevan, junto a Alto Karabaj, a la República de Azerbaiyán, perdiendo Armenia gran parte de su territorio histórico.

  El nombre más antiguo con que se conoce a la región de Alto Karabaj es Artsaj, que los armenios utilizan especialmente en la diáspora y corresponde a la décima provincia del antiguo Reino de Armenia.  Se ha conocido bajo el nombre Artsaj desde la antigua Grecia, aunque también la denominaban Orjistene, una de sus variantes fonéticas. En resumen, el nombre Karabaj tiene origen túrquico y persa, que significa “jardín negro”, y en ruso Nagorno significa montañoso o alto y, de hecho, Shusha está a unos 1,420 metros sobre el nivel del mar.  La etimología de su nombre es amplísima y no viene al caso detallarla.

Frente al mural de la República Azerbaiyana, Shusha.

CONFLICTO ENTRE AZERBAIYÁN Y ARMENIA

  El diferendo entre ambas regiones data de 1991, cuando se realizó un referendo que fue parcialmente boicoteado por los azeríes, y los armenios de Alto Karabaj aprobaron la creación de un estado independiente.  La propuesta que hizo Rusia, de incrementar la autonomía de la región no fue tampoco del gusto de las partes involucradas y de allí vino el inicio de la guerra entre el gobierno de Azerbaiyán y los independentistas de Alto Karabaj, respaldados por Armenia.  Después de 2 años la cantidad de muertos ascendía a veinte mil y se habían marchado hacia Azerbaiyán unos ochocientos mil refugiados.

  Hubo un alto al fuego en 1994 y a partir de allí, algunas regiones azeríes, un 14% del territorio de Azerbaiyán, siguieron bajo el control de Armenia y las fuerzas armadas de Alto Karabaj.  Desde entonces representantes de ambos gobiernos, Armenia y Azerbaiyán han mantenido conversaciones de paz, con la mediación del grupo Minsk de la OSCE (copresidido por Rusia, Francia y Estados Unidos. Además, el Grupo está integrado por Bielorrusia, Alemania, Italia, Suecia, Finlandia y Türkiye, así como por Azerbaiyán y Armenia) cuyo propósito es resolver el conflicto.

  No hubo sobresaltos por más de diez años, pero en 2016 estalló lo que se conoce como la guerra de los Cuatro Días, que dejó como saldo varios cientos de muertos. En 2020 se reanudaron los combates entre los armenios y los azeríes, con un saldo altísimo de muertos hasta que se logró un convenio entre los países involucrados, bajo el auspicio de Rusia, que obligaba a los armenios a entregar la región a Azerbaiyán.   En este ajedrez político, Rusia apoya a Armenia y Türkiye a Azerbaiyán, su gran aliado en la región.  En septiembre de este año, menos de un mes después de que estuvimos visitando el área del conflicto, volvieron a haber escaramuzas en el área, que no llegaron a mayores por la mediación que ha impuesto Türkiye en este espinoso asunto.

  Pero nuestra visita no era para que tomáramos partido en un conflicto que parece no tener fin sino mostrarnos los territorios recuperados por Azerbaiyán, muchos de ellos poblados de minas antipersonales que han tenido que ser desactivadas para evitar que causen más tragedias.  Igualmente apreciar la devastación que causó en edificios emblemáticos el enfrentamiento.

  Azerbaiyán ha constituido un equipo de altísimo nivel para desarrollar y rehabilitar esos territorios, que contemplan la integración de muchas áreas verdes en barrios con edificios modernos, fuentes y accesos de primer nivel.  Siendo un país tan rico por la enorme cantidad de gas y petróleo que posee, no ha escatimado en los planteamientos que quieren desarrollar, todos enfocados a desarrollar la región en servicios de salud, educación, deporte, entretenimiento, actividades culturales y la creación de una gran conciencia tanto histórica como ambiental.

Monumento a los caídos.

  El profesionalismo que me tocó apreciar de todos los expositores, que nos recibieron en el avión que fletaron para nuestro traslado, y que aterrizó en Füzuli, desde donde ascendimos a Shusha, pasando por todos los territorios recuperados, no deja lugar a dudas de que tienen un gran compromiso en hacer de estos territorios un ejemplo de recuperación y desarrollo para el resto del mundo.  Pudimos apreciar cómo están restaurando una mezquita (los armenios en su mayoría son cristianos y los azeríes musulmanes) y cómo han preservado una iglesia armenia.  Igualmente caminamos extensamente por los campos donde había minas y donde se llegaba a pronunciados acantilados de una belleza indescriptible.

Iglesia de Armenia.

  En una de las presentaciones, se me ocurrió mencionar cómo Panamá había dedicado la mayor base militar estadounidense que existía en la antigua Zona del Canal a que fuera un faro del conocimiento, la Ciudad del Saber, y quedaron encantados con la idea, al punto de que les interesa ir a visitarla y, por qué no, replicarla.

  En la novela “Ali y Nino” cuya autoría corresponde a Kurban Said, pero que es un seudónimo, se cree, de dos escritores, uno originario de Shusha y el otro, judío de nacimiento y convertido al islamismo, cuya enigmática vida lo convierte en un personaje al que se le denominó “El orientalista”, se narra cómo, a principios del siglo XX, la ciudad de Bakú vive en un frágil equilibrio entre Oriente y Occidente.  Crisol de culturas en el que han convivido durante años georgianos, turcos, armenios y rusos, cristianos, judíos y musulmanes, sufre una profunda transformación a fines del siglo XIX cuando empiezan a explotarse sus ricos yacimientos petrolíferos.  El inicio de la I Guerra Mundial complica aún más la situación, pues para muchos de los países en guerras Bakú se convierte en una posición estratégica.  Ese es el escenario en el que Alí Kan, un joven aristócrata musulmán, se enamora de la bella y enigmática Nina, una joven princesa cristiana.  Para estar juntos deben vencer prejuicios y enemistades ancestrales y desafiar las costumbres de su país.  Cuando finalmente lo logran, la guerra amenaza con llevarse por delante la sociedad en la que habían vivido hasta entonces.

  La novela, considerada la más importante de la literatura azerí, fue publicada en 1937 en Viena y con el paso del tiempo se ha convertido en un clásico, al punto de que el New York Times la calificó como “una novela extraordinaria, uno se siente como si hubiera desenterrado un tesoro y se halla totalmente cautivo en el exótico ambiente de la novela, completamente paralizado por el sutil encanto de la narración.  Una épica del cambio cultural que se daba en esos tiempos”.  El Washington Post, por su parte, señaló que “es una brillante obra maestra… no se me ocurre ninguna historia de amor tan conmovedora en la ficción contemporánea”.

Es una especie de Romero y Julieta ambientada en Asia en los inicios del siglo XX.

4 COMENTARIOS

  1. Extraordinaria narración de tu recorrido Apreciada colega Sagel, penetrar de tu mano objetiva y científica a esas regiones desconocidas en nuestro occidente es un verdadero privilegio. muchas gracias

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