Publicado en El Siglo, el 16 de mayo de 2022.

Con este título el escritor chileno Jorge Edwards, que tiene ya 90 años y ha sido diplomático, crítico literario y periodista, además de darnos los mejores libros de su autoría, publicó en 1990 una biografía muy personal de Pablo Neruda, el escritor chileno que ganó el Premio Nobel de Literatura, en la que describe de la manera elegante y puntillosa que caracteriza su estilo, las particularidades maestras de la vida de tres generaciones de escritores, artistas y pensadores alrededor del mundo.

Yo se lo tomo prestado para dedicárselo a José Franco, el poeta de la nacionalidad, que falleció la semana pasada en su casa de Las Tablas. También periodista y diplomático, José fue constitucionalista, habiendo integrado en 1972 la comisión redactora del Proyecto de la Constitución Política de Panamá, en calidad de miembro principal.

Con apenas 22 años sorprendió a todos con su poema ‘Panamá Defendida’ que es un canto a los justos reclamos de los panameños sobre el Canal de Panamá y sus tierras aledañas, y ganó en tres ocasiones el Premio Ricardo Miró como poeta y dramaturgo. Su vida estuvo llena de valiosas experiencias y cualidades, la más importante, la de la amistad, que cultivó hasta cuando ya no se le entendía lo que hablaba. Entre sus novelas destacadas está ‘Las luciérnagas de la noche’, publicada en 1995 que tiene como tema la infame invasión de Estados Unidos a Panamá en 1989.

Hace cuatro años, el Ministerio de Educación lo distinguió con un acto en su honor y la edición de un libro y me correspondió ser oradora en dicho acto, junto a otros destacados intelectuales. Allí lo vi por última vez, bastante deteriorado, pero todavía con la mente lúcida.

Su muerte me pilló de sorpresa porque tenía la impresión de que, aunque su cuerpo había sufrido los embates de una serie de enfermedades y ya no podía ni escribir, estaba al tanto de lo que pasaba en todos los aspectos. Y se fue sin que me despidiera de él, el gran amigo que fue para mí. Como decía Gabriel García Márquez: ‘se está muriendo gente que antes no se moría’.

Adiós poeta, siempre vivirás en los recuerdos de los que te conocimos, quisimos y admiramos.