CAPITAL Y HUMANIDAD
Por Mariela Sagel, 8 de julio, El Siglo de Panamá
Los académicos e intelectuales dominicanos, Jacqueline Boin y José A. Serulle (ella es francesa de nacimiento) estuvieron en Ankara, capital de Türkiye, presentando su libro “Capital y Humanidad” en los que exploran exhaustivamente los factores que causaron la expansión y agravaron los efectos de la Covid-19 en la mayoría de los países, en una conferencia organizada por la Embajada de República Dominicana. El conversatorio no pudo ser más enriquecedor, porque, después de la exposición de varios hechos, ha quedado demostrado que parece que no hemos aprendido nada de esa devastadora pandemia, que puso al mundo de rodillas.
En casi todos los países se repitió la misma constante: deficiencias en el sector salud, deterioro del medio ambiente y de los recursos naturales, la falta de orden de la población, una sociedad divida y el débil grado de conciencia y educación que fueron comunes en los países más afectados y dejaron secuelas que aún perduran y todavía peor, dieron paso a los dos conflictos más importantes que hoy día se viven: el de Rusia y Ucrania, y el conflicto palestino-israelí.
La recuperación no ha sido nada fácil, es común señalar a los gobiernos como responsables de las afectaciones, cuestionar los largos confinamientos, y el desarrollo y distribución de las vacunas son algunos documentos que fueron factores comunes en casi todos los países. Al final, nos preguntamos: ¿Aprendimos algo? ¿Estamos preparados para otra embestida brutal como lo fue la pandemia, que dejó tantos muertos y las economías destrozadas?
Es importante un robusto sistema de salud, un énfasis especial en el mejoramiento de la educación, especialmente la pública, donde asiste la mayoría de la población y profundizar las investigaciones y anticiparnos a las crisis para que el golpe no sea tan fuerte.
Los destacados autores fundaron en 1989 la Fundación Ciencia y Arte, que ha desplegado una labor de educación y promoción de las potencialidades que tienen las provincias de República Dominicana para alcanzar el desarrollo integral. Y muy importante, promueve el fortalecimiento de las relaciones económico-culturales, de respeto mutuo y solidaridad entre los dos pueblos vecinos, que han sido, en ocasiones, espinosas: República Dominicana y Haití.