Lunes 9 de noviembre de 2015
El político es un ser inculto, desconocedor de todo y convierte en política y mecanismo de poder cualquier argumento que se ponga a tiro’
Hay una ceguera moral colectiva en nuestra sociedad, que nos hace insensibles al sufrimiento de los demás, y este es el mal que afecta nuestras sociedades actuales, que no han vivido ni viven las guerras como ocurrió más recientemente en el siglo pasado o los conflictos que están empujando a muchas personas a emigrar de sus países, lo que produce desarraigo y gran nostalgia.
Esa ceguera nos incapacita para comprender las prioridades y pesadumbres de nuestro prójimo y hace que nuestra mirada abandone la ética y se desplace a otras circunstancias triviales y banales que abundan en nuestra vida cotidiana.
Esa ceguera moral tiene su punto máximo en la negación a la cultura, en la adopción de posturas que niegan esa cultura para el pueblo y por el pueblo, desconociendo que a través de ella se pueden conseguir mucho más rápido los fines que se persiguen.
Arturo Pérez Reverte, escritor español que se forjó como periodista de guerras, ha sentenciado recientemente que ‘los políticos han sustituido a los historiadores en España a la hora de hablar de la Guerra civil. El político es un ser inculto, desconocedor de todo y convierte en política y mecanismo de poder cualquier argumento que se ponga a tiro’.
Eso mismo pasa en nuestro país, donde todo es descartable y nada tiene valor, solo el momento y el evento de moda. Así adoptamos algo tan ridículo como el Black Friday y un desfile de navidad con invitados como Mickey Mouse, a un costo millonario, pretendiendo atraer turismo. Como si no tuviéramos más nada que ofrecer en nuestro país.
Los mexicanos lo han hecho mejor, exaltan su historia y por medio de ella hacen política. Los nuestros son tan ignorantes que por temor no se atreven a darle a la cultura el lugar que se merece. Las cosas que podrían hacer crecer a este país si se entendiera que la cultura puede ser la mejor arma para el crecimiento del PIB.