La construcción del Canal de Panamá ha sido estudiada exhaustivamente hasta por el canal de televisión History Channel . Aunque el año pasado se conmemoró el centenario de su inauguración, aún sigue siendo del interés de mucho estudiosos, como es el caso del escritor Andrés Villa.

Villa es un autor que se muestra siempre consecuente con los relatos panameños. Ha publicado más de cinco novelas, con temas que nos han dado luces sobre aspectos de Panamá de los que solo nos hubiéramos enterado siendo ratones de biblioteca. La Nueve , Correoso , Arrabal Ardiente , R unnels, el Verdugo del Yankee Strip y 9 de Enero, la Novela , son las antecesoras al último libro que acaba de salir, intitulado Crónica 100 años del Canal de Panamá . También tiene un libro de cuentos titulado Perdedores .

A través de su acuciosidad nos enteramos de las andanzas del Ran Runnels, enviado al Istmo para limpiar de bandoleros el camino entre dos mares a mediados del siglo XIX, mitad héroe y mitad bandido. Sus acciones permitieron una larga lista de intervenciones estadounidenses en Panamá.

Con este nuevo libro, que siempre publica con mucho esfuerzo y también con el respaldo de muy buenos amigos, Andrés Villa se remonta a los orígenes de la formación del Istmo, las circunstancias históricas y económicas que permitieron la convergencia de exploradores, conquistadores, comerciantes e inversionistas que colocaron a nuestro país como el paso más importante en el continente americano.

De igual forma, resalta la feliz coincidencia de cumplir 100 años ampliando las esclusas, proyecto que no ha estado exento de problemas tanto físicos como económicos. Hace énfasis en la existencia de la Zona del Canal y la importancia que tuvieron las negociaciones para devolver al país el usufructo de su principal recurso: su posición geográfica.

Finaliza en una concisa estructuración de los hechos, relatando cómo, a pesar de las diferencias que se han producido entre la Autoridad del Canal de Panamá y los contratistas a cargo de la ampliación, se llegará a feliz término porque el país y los panameños nos hemos empeñado siempre, a través de la historia, en mantener el liderazgo de nuestra vía interoceánica.

Un libro que, sin muchas pretensiones, orienta y refiere importantes hechos que han marcado la historia del Canal de Panamá.

ENTRETELAS DE UNA OPERACIÓN DE INTELIGENCIA

José Abel Almengor tuvo un breve paso por la Corte Suprema Justicia (nombrado por el ex presidente Martinelli). El año pasado publicó La Operación Gatún , donde relata -según su propia experiencia- la incautación marítima que Panamá realizó en 2007, cuando él era Fiscal de Delitos relacionados con drogas, considerada la más grande de la historia (19.7 toneladas). Cuenta los detalles de la coordinación realizada entre los estamentos de seguridad, tanto de Panamá como de los Estados Unidos, que hizo posible que se diera esta incautación.

La operación fue conocida, en su momento, como ‘Matador’ y en ella participó la DEA (siglas en inglés de Drug Enforcement Administration, agencia de los Estados Unidos para delitos relacionados a las drogas). Su publicación a fines del año pasado me motivó a preguntarle, el día de la presentación, la razón que lo llevaba a relatar todas estas instancias ahora, cuando ya ha pasado tanta agua bajo el río y tanto se han llenado la boca los responsables de la seguridad del gobierno pasado.

Esta incautación se dio en medio del auge de los carteles colombianos y su rivalidad con los mexicanos (los del Chapo Guzmán, entre ellos) y la pérdida de credibilidad que había ido erosionando a los chicos de la DEA por la falta de coordinación entre el Órgano Judicial y el Ministerio Público, para que las intervenciones telefónicas judiciales no se vieran como una réplica de las escuchas clandestinas en el caso de Watergate. El tema, abordado en esta obra, permite una explicación legal de cuándo estas interceptaciones telefónicas no violan los derechos que todos tenemos a nuestra privacidad.

Siete años no es suficiente tiempo para decantar una historia que nunca fue revelada, pero seguramente para el autor fue tiempo suficiente para poder relatar, sin apasionamiento y de forma muy técnica, el valioso trabajo que realizan las fiscalías que atienden los delitos relacionados con drogas, cuando están bien orientados y sin los ‘shows’ mediáticos.

MEMORIAS DE UNA INVASIÓN

También a fines del año el ex Ministro de Gobierno, Daniel Delgado Diamante, presentó un valioso ‘opúsculo’, como le llamó el autor, para relatar ‘la resistencia armada y sus consecuencias de la invasión’. Un libro oportuno y necesario, puesto que ha pasado una generación desde que ocurrió la infame intervención de los Estados Unidos a Panamá, la noche del 20 de diciembre de 1989, y muchos han sido los esfuerzos que se han realizado para recuperar y fortalecer la memoria histórica.

Producto de un esfuerzo que se contrapone al fallido documental, que bajo el nombre de Invasión , intentó ilustrar a la generación que no vivió esa infausta noche y sus posteriores días, este libro aspira a que estas nuevas generaciones conozcan lo que fue una lucha de conciencias nacionales frente a los que, siendo panameños o extranjeros, históricamente se han opuesto a que Panamá ocupe un sitial digno dentro de la comunidad de naciones soberanas e independientes, con la capacidad de proyectar su futuro.

Daniel Delgado Diamante posee la autoridad que se requiere para presentar un documento como este libro, pues fue actor de primera línea en ese hecho: era sub teniente al mando de la Zona Militar de San Miguelito, el día que los Estados Unidos mandó 26 mil hombres a destrozar nuestro país.

Durante las primeras horas de la intervención armada intentó llevar a cabo una resistencia que poco a poco fue disminuyendo en vista que el que debía dar las instrucciones para resistir el ataque se ocultó. Pagó con cárcel su lealtad pero ese hecho no lo exime de relatar con absoluta objetividad, en este importante testimonio, la desproporción que hubo en una institución que contaba con 4 mil efectivos militares frente a todos los gringos que mandaron a ensayar sus nuevos juguetes militares.

Sustentado en una abundante bibliografía, ‘DDD’, como se le conoce en el ambiente político, apunta que la invasión marcó un antes y un después, y que los enemigos que ahora enfrentamos son ‘la corrupción, la inseguridad pública, la profunda desigualdad e inequidad social y el irrespeto a la opinión pública, que siempre clama por transparencia en la gestión gubernamental; por mejor calidad de vida y por servicios básicos oportunos y eficientes. Ahora se trata de enfrentar la corrupción con la decencia. Y estar preparados con la capacidad de construir un país sin prejuicios, para los panameños’.

Antes de la conclusión de la obra, DDD dedica varias páginas a la disyuntiva del olvido y el perdón. Lo cuidadoso de su análisis y su consulta a los hechos -y no para contar lo que le conviene o en lo que cree-, son dignos de reconocimiento y representa, posiblemente, con la perspectiva que brindan 25 años de distancia y un montón de documentos escritos sobre el hecho, una mirada desde adentro de un hecho que nunca debió darse.