Por Mariela Sagel, El Siglo de Panamá, 26 de agosto de 2024

     La red internet fue establecida oficialmente en el mundo en los años 70 como resultado de un proyecto militar que se venía gestando desde la década anterior.  En Panamá, debido al atraso que teníamos en el campo de las telecomunicaciones, a pesar de estar sentados sobre el más importante hub de cables submarinos hoy día, no fue hasta 1994 que se estableció la primera conexión de mensaje electrónico, lo que fue en aumento una vez se privatizó la telefonía.  Desde entonces, el teléfono móvil y la comunicación a través de las redes de internet son parte esencial de nuestras vidas, a veces un poco demasiado.

     El Ente Regulador de los Servicios Públicos se estableció en 1998, para regular la prestación eficiente de los mismos.  Esta institución, que tuvo como su primer director al Ing. José Guanti, dio paso a la Autoridad de los Servicios Públicos (ASEP), como se conoce hoy día.

     Las tecnologías de comunicación, así como la prestación de electricidad son dinámicos y, de la misma forma, deben ir ajustándose las regulaciones que las rigen.  Y es aquí donde viene el problema, porque en eso nos hemos quedado atrasados.  Un ejemplo ha sido los apagones que ha vivido hasta el mismo presidente Mulino, que lo obligó a instalar una planta eléctrica en su casa.  No me imagino lo que sufren los que no tienen los medios para resolver la falta de fluido eléctrico.  Esta semana, se agregó al caos citadino la falta de agua por varios días.

     Desde el jueves 22 el área del Cangrejo estuvo sin internet, gracias al proveedor Tigo, lo que afectó no solo el entretenimiento y la interconexión de miles de personas, sino el trabajo a distancia que practican muchas personas.  Lo más frustrante es que uno no se puede comunicar con NADIE en esa empresa, todo es por un chat que no resuelve, o mensajes automáticos en sus números de servicio.  Casi cuatro días de agobio porque ahora, hasta las líneas fijas de telefonía, si están contratadas con esa empresa, se afectan.  En las redes la histeria era colectiva, demandando que se arreglara el problema, y esperamos que, al final del mes, descuenten de la cuenta los días en que nos vimos afectados los usuarios.