Mariposas panameñas llegan a Turquía
Publicado en La Estrella de Panamá, el 20 de diciembre de 2022.
Unas 40 crisálidas panameñas se encuentran en el mariposario de Konya, Turquía, en un pabellón acondicionado con clima y plantas tropicales. Ahí están, completando su desarrollo para convertirse en mariposas.
La embajadora de Panamá en Turquía, Mariela Sagel, aseguró a La Estrella de Panamá que las dos primeras exportaciones –de 40 crisálidas cada una– son donadas por la Embajada de Panamá en Turquía, bajo el patrocinio de Turkish Airlines, “de aquí en adelante se establece una relación comercial con Panamá” porque las mariposas tienen una vida corta y necesitarán reponerlas cada mes, “como lo hacen con Costa Rica, Malasia, Filipinas, con todo lo que tienen ahí”, añadió Sagel.
De acuerdo con la embajadora, antes de la pandemia, la exportación de mariposas sumaba unos $4 millones al año, por lo que se espera que los próximos envíos superen las mil mariposas.
“El mariposario de Konya es el único autorizado en Panamá y certificado por Miambiente [Ministerio de Ambiente] y por el Mida [Ministerio de Desarrollo Agropecuario] para exportar mariposas”. Además, es uno de los campos de vuelo de mariposas más grandes del mundo; cuenta con una colección de 20.000 plantas de más de 100 especies diferentes, donde los visitantes de todas partes del mundo pueden observar más de 5.000 mariposas en su propio hábitat natural, en su mayoría de Asia, África y Centroamérica.
Las mariposas son criadas y exportadas por familias panameñas
Habitantes de la comunidad de Chiguirí arriba, en la provincia de Coclé, han dejado a un lado las actividades agrícolas que dañan al medioambiente y abrieron paso a la cría de mariposas.
En un reportaje realizado por la periodista de este grupo editorial, María Echeverría, titulado: ‘Producción de crisálidas, un negocio que coge vuelo’ y galardonado con el premio de periodismo Natura 2021, se detalló que esta actividad alienta el biocomercio –recolección, producción, transformación y comercialización de bienes y servicios derivados de la biodiversidad nativa–.
El biólogo y presidente de la Red de Reservas Naturales Privadas de Panamá, Samuel Valdés, dijo que uno de los logros ha sido poder alargar el tiempo de vida de estos insectos, que se reduce en cautiverio. Añadió que “de las 1.800 especies de mariposas diurnas que habitan en el territorio nacional, 14 figuran en el catálogo de pupas que los productores de crisálidas de Chiguirí arriba distribuyen”.
En el mismo artículo, Jaime Navarro, quien tiene cinco años de experiencia en este negocio, habló del papel que juegan las mariposas en el balance natural. “Sin ellas no existiría el café ni las naranjas ni las flores, porque son las guardianas de la polinización”, afirmó. El trabajador, en su casa, tiene un centro de producción de 200 crisálidas al mes, que son repartidas entre los más de 10 mariposarios que hay en Panamá.