MIL VECES ÚNICA
Por Mariela Sagel, Facetas, 7 de febrero de 2016
La escritora Elena Poniatowska, que nació en París de padre polaco (descendiente del último Rey de Polonia) y madre mexicana, es una de las más famosas de México y que a sus 84 años, levanta verdaderas muestras de admiración y respeto, acaba de publicar un estupendo libro titulado Dos veces única, que es la biografía de Guadalupe Marín Preciado, que fuera esposa de Diego Rivera, el muralista mexicano, con quien tuvo dos hijas.
El título de la obra se refiere a que Lupe Marín, una mujer portentosa, de gran altura y manos inmensas, devoradora de frutas, cocinera prodigiosa, costurera excepcional, escribió una biografía que se llamó La Única. Y lo hizo porque ella se casó con Diego Rivera por la iglesia –es de todos conocido que el pintor era ateo –. Pero después de divorciarse del “Panzas”, como ella le decía (él la llamaba “Pietra Mula”) se casó con Jorge Cuesta, un escritor y científico que integró el grupo Los Contemporáneos, con quien tuvo un hijo al que nunca quiso y no crio, como sí lo hizo con las hijas que tuvo con Rivera.
ELENITA, LA MÁS CHINGONA
La Poni, como le dicen cariñosamente, se inició en el periodismo y es un oficio que nunca ha abandonado. Tiene una prodigiosa habilidad para contar historias y también recrearlas, porque cuando habla en las presentaciones a veces hasta canta las tonadas a las que se refiere en sus libros. Fue galardonada con el Premio Cervantes en 2013, el más importante de la lengua española y suma a su extensa y productiva hoja de vida muchos otros premios y reconocimientos.
Además de ensayos y reportajes, sus novelas son producto de una profunda investigación que incluye entrevistas y testimonios y resultan en un relato ameno y profundo. Lo hizo con Leonora (la vida de la pintora Leonora Carrington) y El Universo o nada (la biografía de su marido, Guillermo Haro) y muchas otras obras, pero la más importante y con la cual se le relaciona a menudo es La Noche de Tlatelolco, un relato enjundioso de la tragedia que ocurrió en 1968 en la Plaza de las Tres Culturas, donde el ejército masacró a estudiantes que protestaban, y los reprimió para que se pudieran realizar unos juegos panamericanos que estaban programados ese año. Ha abarcado casi todos los géneros: novela, cuento, poesía, ensayo, crónica y entrevista. También ha escrito libros para niños, adaptaciones teatrales de sus obras, y numerosos prólogos y presentaciones en libros de fotografía. Como dijo Juan Villoro hace unos años en un homenaje que se le rindió: “una princesa polaca que vino a México a ser la más chingona”.
Hace unos años se le invitó a venir a la feria del libro de Panamá y ciertas personas, de edad similar a ella se opusieron alegando que estaba “muy vieja”. Terrible error, porque sigue escribiendo al menos un libro al año, artículos, ensayos y es de hablar dulce, ameno y sin estridencias, porque es una mujer mil veces única.
LA PIETRA MULA
El personaje de esta novela, Lupe Marín, fue en su momento una musa por derecho propio, de una vitalidad avasalladora y protagonista de una época de la historia de México que marcó definitivamente tanto el arte como el quehacer cultural del siglo XX. De unos ojos verdes penetrantes e inolvidables, se codeó con intelectuales tanto mexicanos como de otros países, y recorrió Europa de la mano de algunos de ellos. A Diego Rivera le posó y también le hacía tremendas escenas de celos cuando estaba pintando, especialmente cuando la que posaba era Tina Modotti, fotógrafa y activista social que formó parte del séquito de Diego y Frida Kahlo cuando ellos se casaron, y a quien Elena Poniatowska también dedicó una biografía novelada, Tinísima.
Aún después de que su primer marido se mudó a la Casa Azul de Coyoacán, Lupe siguió frecuentándolos y les cocinaba, les arengaba y sus hijas con Diego (Frida no pudo tener hijos) se criaron entre esas dos casas. Jorge Cuesta, su segundo esposo, fue un químico, poeta, ensayista y editor que dejó a la custodia de sus padres la crianza del hijo que tuvo con Lupe Marín, Antonio. Publicó una polémica Antología de la poesía mexicana y se le considera el fundador de la crítica literaria mexicana.
De sentires encontrados y muchos problemas mentales, se metió de lleno en la industria de producción de azúcares y de alcoholes, y eso marcó el inicio de su etapa de locura. Parece que experimentaba en su cuerpo con las sustancias que producía, tales como enzimas y otras. Eso lo llevó a auto mutilarse sus genitales y posteriormente, al suicidio, en el centro siquiátrico donde estaba recluido. Esto ocurrió cuando tenía solamente 38 años.
Cuando Frida Kahlo murió, Diego Rivera le volvió a pedir matrimonio a Lupe, que se negó, a pesar de las protestas de sus hijas. Apenas un año después, Diego se casó con su galerista pero incluso cuando éste falleció, fue la que dispuso de sus funerales y sus bienes. Así de intensa era la personalidad de Lupe Marín.
PERIODISMO Y LITERATURA
Elena Poniatowska es una maestra al emprender una investigación exhaustiva y convertirla en una novela prodigiosa y entrelaza los relatos contados por sus actores a lo largo de décadas con los acontecimientos que ocurrían en el mundo, lo que demuestra la mente alerta y el talento que tiene. Ahora que se ha premiado con el Nobel de Literatura a una periodista, la bielorrusa Svetlana Alexiévich, se destaca la fusión que debe haber entre estos oficios que, articulados y manejados con la rigurosidad y profundidad que le dan estas dos damas, elevan la labor del escritor a lo que Gabriel García Márquez llamó el mejor oficio del mundo, el de periodista.
Elenita, la Poni, sigue participando en temas políticos, ha dicho que Peña Nieto, el actual presidente, no tiene derecho a hundir al país con su ignorancia. De sus frases preferidas hay una que me encanta: “Los libros son parte de la vida interior de cada ser humano. Tener un libro al lado de la cama es tener un amigo, un consejo y un apoyo seguros”. Y otra: «Las mujeres son las grandes olvidadas de la historia. Los libros son la mejor forma de rendirles homenaje”. Se lo rinde a Lupe Marín, como lo hizo hace unos años a Leonora Carrington, justo antes de morir. Y a Tina Modotti. Y se lo rinde a todas las mujeres con su ejemplo diario y entrega a la vida. Muchos años más de vida para Elenita.