Por Mariela Sagel, en El Siglo, 23 de agosto de 2021.
Ayer terminó la fiesta de las letras, la feria más esperada por los panameños, la Feria Internacional del Libro de Panamá, que tuvo como país invitado a Estados Unidos.
Aunque la feria fue virtual hubo algunos actos presenciales, como la inauguración, que contó con la presencia del presidente Laurentino Cortizo Cohen y se celebró en el Teatro Nacional. Es la segunda vez que el presidente se hace presente en una inauguración, la vez anterior fue en 2019. Ojalá su apoyo abierto se traduzca en políticas culturales en torno a la lectura que deben ser responsabilidad del Ministerio de Cultura y del Ministerio de Educación.
Fueron muchos eventos los que se dieron en esos cuatro días de feria y era muy fácil participar, a través de un enlace de Zoom. Yo estuve en varias presentaciones y participé en una, la presentación de “Una cita con la Lady” de Mateo García Elizondo, ganadora de un premio en 2019. Había conversado con él por teléfono y nunca me dijo que era el nieto de Gabriel García Márquez. Fue una conversación interesante, no solo porque la temática de la novela es supremamente árida sino porque le llevé por los senderos de las influencias que tuvieron sus dos abuelos en su vida y la definición sobre su futuro profesional. El abuelo materno también era un escritor, mexicano, de relativa fama y él mencionó que era muy divertido y que también compartió mucho tiempo con él.
Otro evento singular que sentó precedentes fue el que organizó la Embajada de la Unión Europea, titulada “Escritores con equipaje con un equipaje y un bolígrafo en mano”, en participaron la escritora uruguaya española Carmen Posadas, Jaime Segura Socias, embajador de la Unión Europea en Honduras y Herman Portocarrero, ex embajador de la Unión Europea en Cuba.
El lema de la feria fue “leer para soñar y avanzar”. Si no lees no pasa nada, pero si lees pasa mucho.