Publicado por Mariela Sagel, el 16 de febrero de 2023.
El afamado tren Eastern Express, que va de Ankara hasta Kars, en el noreste Türkiye, ha vuelto a funcionar, después de haber estado inactivo desde la pandemia. Recorre una longitud de 1,300 kilómetros entre paisajes densamente nevados. Parte desde la capital turca y se detiene en Erzincan, una vez que ha pasado por Kirikkale, Kayseri, Sivas, y otras poblaciones, después se detiene en Erzurum antes de llegar a Kars.
Las fotos que se toman son escénicas, lo que ha convertido este trayecto en uno muy popular, al punto de que la empresa turca de ferrocarriles (TCDD) ha puesto en funcionamiento un nuevo ferrocarril únicamente para el turismo. La ruta nevada se realiza solamente en los meses de enero a marzo y sus billetes son sumamente cotizados porque las agencias los acaparan antes de que salgan a la venta para ofrecerlos en paquetes a grupos.
Nos tocó un grupo muy simpático, la mayoría mujeres profesionales, turcas, solamente el guía hablaba inglés así que además tuvimos una inmersión forzosa en el idioma turco. Las 30 horas que nos tocó llegar a Kars estuvimos en un coche cama, que tenía nevera, lavabo, camas camarotes y cómodos implementos para colocar nuestro equipaje. El tren tiene un coche comedor, donde la comida es buena y en cada vagón hay un baño “a la franga” y otro “a la turca”.
Los paisajes que se recorren son de una belleza indescriptible. Nos tocaron días de mucha nieve, afortunadamente, vimos cascadas semi congeladas y un lago totalmente congelado donde tomamos un trineo tirado por caballos.
PRIMERAS PARADAS: ERZINCAN Y ERZURUM
Amaneciendo el segundo día de trayecto (salimos a las 4 de la tarde del viernes) arribamos a Erzincan, capital de la provincia del mismo nombre. Hicimos un recorrido por la ciudad de unas tres horas, que aprovechamos para ver una hermosa cascada, degustar sus platos típicos y ver el típico bazar.
En la tarde llegamos a Erzurum, donde nos quedamos otras tres horas visitando sitios emblemáticos y también degustando la cocina típica. Fuimos a unas tiendas donde vendían una piedra negra que solo se produce en esa región. Es la ciudad más grande de Anatolia central y se destacan la Universidad Atatürk, madrazas históricas donde en una de ellas funciona una de las más importantes escuelas coránicas, mezquitas y mercados, así como una casa de 300 años a la que deja entrar su amable dueño, y explica la vida bajo esa estructura, las costumbres y los magníficos artesonados que mantiene. Nos ofrecieron té y, en mi caso, me concedieron el honor de darme las llaves para abrir la vivienda.
Llegamos pasadas las 12 de la noche a Kars para alojarnos en un cómodo hotel, pero nos esperaba un reconfortante baño y camas que no eran los camarotes en el que dormimos la noche anterior.
ANI
Salimos temprano para la ciudad medieval de Ani, en la frontera con Armenia, incluida en el Patrimonio Mundial de la UNESCO. Es una metrópolis en ruinas que ocupa una vastísima área sumergida en nieve. En su época de máximo esplendor, tenía algo más de 100,000 habitantes, y rivalizaba en importancia con Bagdad, El Cairo o Constantinopla. Se la llamaba «la ciudad de las 1001 iglesias» por la gran cantidad de edificios religiosos. Todas sus construcciones se encontraban entre las estructuras técnica y artísticamente más avanzadas de la época. Los seleúcidas se la arrebataron al Imperio bizantino en el año 1064. Tras la Batalla de Manzikert, en 1071, la soberanía turca fue reforzada hasta la invasión por parte de los mongoles en 1236. En 1319 fue devastada por un terremoto después de lo cual se redujo a un pueblo y poco a poco fue abandonada y olvidada en gran parte en el siglo XVII. En julio de 2016, fue declarada patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Caminamos por horas visitando la iglesia del rey Gagik de San Gregorio, también conocida como el «Gagikashen», que fue construida entre los años 1001 y 1005, y destinada a ser una recreación de la catedral de Zvartnots en Vagharshapat, ciudad armenia. Nikolái Marr, historiador, arqueólogo, y políglota ruso puso descubrió los cimientos del edificio durante sus excavaciones de los años 1905 y 1906, y entre los objetos encontrados se encontró una escultura del rey Gagik con la ofrenda del edificio entre sus manos, tenía una altura de 2,25 metros y estaba colocada en la fachada norte dentro de una hornacina. Esta escultura se perdió durante la Primera Guerra Mundial, y únicamente un fragmento de la parte superior del rey Gagik ha podido ser conservado y se encuentra en el museo de Erzurum.
Visitamos también la Iglesia de los Apóstoles, cuya fecha de construcción no se conoce, pero la inscripción fechada más temprana en sus paredes es de 1031. Fue fundada por la familia Pahlavuni y utilizada por los arzobispos de Ani, muchos de ellos pertenecientes a esta dinastía. Tiene una planta de un tipo llamado «trébol de cuatro hojas». Quedan únicamente fragmentos de la iglesia, un nártex* con mampostería espectacular, construido en el lado sur de la iglesia, se encuentra todavía parcialmente intacto, se estima que es de principios del siglo XIII. En los muros del pórtico sur hay numerosas inscripciones armenias, la primera del año 1215 y la última del 1348, con decretos sobre cuestiones políticas y de impuestos y gravámenes comerciales que demuestran la importancia económica de Ani en esa época. Hay restos de un gran número de otras salas, capillas y santuarios que rodearon a esta iglesia.
Todas las estructuras de Ani fueron construidas en la piedra local de basalto volcánico, una especie de piedra de toba. Es fácil de tallar y viene en una variedad de colores vibrantes, desde el color amarillo cremoso, a rosa-rojo, al negro azabache.
También estuvimos en la Capilla de San Krikor, Iglesia de Santo Prkich y la Gran Catedral convertida en Mezquita de Fethiye, también conocida como Surp Asdvadzadzin (la iglesia de la Santa Madre de Dios) cuya construcción se inició en el año 989, bajo el rey Sembat II Tierezakal. El trabajo se detuvo después de su muerte, y se terminó en 1001 o en el año 1010 según otra lectura de la inscripción del edificio. El diseño de la catedral fue obra de Trdat, el arquitecto más famoso de la Armenia medieval. La catedral es una basílica con cúpula —el domo se derrumbó en 1319 a causa de un terremoto—. El interior contiene varias características progresistas, como el uso de arcos de medio punto y pilares agrupados que dan la apariencia de arquitectura gótica —un estilo que es varios siglos anterior a la catedral de Ani—.
La Iglesia de San Gregorio de Tigran Honents, terminada en 1215, es el monumento mejor conservado en Ani. Fue construida durante el gobierno de los príncipes Zakarids y encargada por el rico comerciante armenio Tigran Honents. Su planta es de la tipología llamada sala abovedada. Delante de la entrada se encuentran las ruinas de un nártex y una pequeña capilla que pertenecen a un período un poco más tardío. El exterior de la iglesia está decorado de forma espectacular. Tallas de piedra de animales reales e imaginarios llenan las enjutas entre la arquería ciega que corre alrededor de los cuatro lados de la iglesia. El interior contiene una importante y única serie de frescos que representan los ciclos de dos temas principales. En el tercio oriental de la iglesia se representa la vida de san Gregorio el Iluminador, en el tercio medio de la iglesia la vida de Cristo. Tales ciclos de frescos extensos son poco comunes en la arquitectura armenia, se cree que fueron ejecutados por artistas de Georgia, y el ciclo también incluye escenas de la vida de San Nino, que se convirtió al cristianismo. En el atrio y su capilla sobreviven fragmentos de frescos que son más de estilo bizantinos.
Seguimos por el Monasterio de Vírgenes, situado sobre un promontorio rocoso junto al río Ajurián. Fue construida entre los siglos XI y XIII. El interior consta de una planta circular con seis pequeños ábsides, por encima de su parte central se alza un tambor cilíndrico con cúpula cuya característica más original la forma de su tejado realizado en forma de paraguas a medio abrir, lo resigue una moldura en forma de zigzag con adornos en la piedra tallados en su parte inferior. En la parte exterior del muro de los ábsides de la iglesia presenta una arcada ciega a todo su alrededor, cada arco presenta una decoración entrelazada diferente.
La ciudad de Ani fue construida durante el período de los Seleúcidas, por tal razón se ven vestigios de palacios y castillos seleúcidas, sus baños turcos y lo que fue su bazar.
Tuvimos ocasión de estar en la primera mezquita construida por los turcos en Anatolia “Ebu-l Menucehr” y nos aproximamos al acantilado donde se puede ver el río que divide Türkiye de Armenia, y se aprecian las torres de vigilancias de ambos países. Fue una experiencia formidable y, en mi caso, la iglesia armenia es muy parecida a la que está en Akdamar, que reseñé hace dos años, cuando estuve en el lago de Van para la conmemoración de los 950 años de la batalla de Manzikert.
LAGO ÇILDIR
Este lago, situado a 2,000 metros de altura sobre el nivel del mar estaba totalmente congelado y abarca un territorio de 123,000 metros cuadrados. Después de un excelente almuerzo en una hermosa estructura estilo cabaña de invierno que lo avista, nos ofrecieron dar una vuelta en un trineo tirado por caballos, que son atendidos por los habitantes de la villa de Taşbaşı. Fue una experiencia alucinante recorrer parte del lago en ese trineo y nuestro conductor resultó ser un maestro de la fotografía, haciéndonos posar en mitad del lago. El reflejo de la nieve era tanto, porque el sol estaba en su cénit, que a veces se veían los colores distorsionados.
Había pequeños espacios en que la nieve era separada y lo que había era hielo y, sobre todo los niños, hacían piruetas sobre esas pistas.
De regreso a Kars vimos algunos edificios gubernamentales, como bancos, oficina de ingresos, el conservatorio y la iglesia de Alexander Nevski, convertida en mezquita.
KARS
Ya nos acercábamos al fin de la travesía y nos dedicamos a visitar la ciudad de Kars, ascendiendo hacia su castillo, rodeada de una manada de perros que se nos acercaron sin agredirnos. Kars es una ciudad trazada por los rusos en forma de parrilla durante la invasión. Degustamos sus ricos quesos y la miel que allí producen además de visitar algunos comercios de artesanías.
Poco se sabe de la historia temprana de Kars más allá del hecho de que tenía su propia dinastía de gobernantes de Armenia y que fue la capital de una región conocida como Vanand. En algún momento en el siglo IX (al menos ya desde 888) se convirtió en parte del territorio de los Bagratunis armenios. Kars fue la capital del reino de la Armenia bagrátida entre 928 y 961. Durante este período se construyó la catedral de la ciudad, más tarde conocida como Iglesia de los Santos Apóstoles.
En 963, poco después de que la sede de los Bagratuni fuese trasladada a Ani, Kars se convirtió en la capital de un reino independiente separado, de nuevo llamado Vanand. El grado de independencia real del reino de Ani es incierto: estuvo siempre en poder de familiares de los gobernantes de Ani, y, después de la toma de Ani por el Imperio bizantino en 1045, el título Bagratuni de «Rey de Reyes» que mantenían los gobernantes de Ani fue trasferido al gobernante de Kars. En 1064, justo después de la toma de Ani por Alp Arslan (rey de los turcos seleúcidas), el rey armenio de Kars, Gagik-Abas, rindió homenaje a los victoriosos turcos, por lo que no sitiaron la ciudad. En 1065 Gagik-Abas cedió el control de Kars al Imperio bizantino, pero poco después Kars fue tomada por los turcos seleúcidas.
En 1206-1207 la ciudad fue capturada por los georgianos y dada a la misma familia Zakarid que había gobernado Ani. Conservaron el control de Kars hasta finales del 1230, después de lo cual tuvo gobernantes turcos. En 1387 la ciudad se rindió a Tamerlán y sus fortificaciones fueron arrasadas. Los beyliks anatolios siguieron al frente de la ciudad hasta 1534, cuando el ejército otomano la capturó. Las fortificaciones de la ciudad fueron reconstruidas por el sultán otomano Murad III y fueron lo suficientemente fuertes como para resistir, en 1731, un asedio de Nadir Shah de Persia. Se convirtió en cabeza de un sanjacado en el otomano vilayato de Erzurum.
En 1807 Kars resistió con éxito un ataque del imperio ruso. Después de otro sitio en 1828 la ciudad se rindió el 23 de junio de 1828 al general ruso conde Ivan Paskevich, y 11,000 hombres fueron hechos prisioneros de guerra. A pesar de que más tarde regresó a control otomano, la nueva frontera entre el Imperio otomano y Rusia quedó entonces mucho más cerca de Kars. Durante la guerra de Crimea una guarnición otomana liderada por oficiales británicos, entre ellos el general William Fenwick Williams, mantuvo a los rusos a raya durante un asedio prolongado; pero después, cuando la guarnición fue devastada por el cólera y el suministro de alimentos se había agotado, la ciudad se rindió al general Mouravieff en noviembre de 1855.
El castillo de Kars fue asaltado de nuevo por los rusos en la batalla de Kars durante la guerra ruso-turca (1877-1878), a las órdenes de los generales Loris-Melikov e Iván Lazarev. Después de la guerra, Kars fue trasferido al Imperio ruso por el Tratado de San Stefano. Kars se convirtió en la capital del Óblast de Kars (provincia), que comprende los distritos de Kars, Ardahan, Kaghisman y Oltu, que era la extensión más suroriental de la Transcaucasia rusa.
De 1878 a 1881 más de 82,000 musulmanes del territorio anteriormente controlado por los otomanos emigraron al restante Imperio otomano. Entre ellos había más de 11,000 personas de la ciudad de Kars. Al mismo tiempo, muchos armenios y griegos pónticos (en este caso por lo general llamados griegos del Cáucaso) emigraron a la región desde el Imperio otomano y otras regiones de Transcaucasia.
SARIKAMIS
No podíamos dejar de visitar el resort de esquí Sarikamis, de magníficas pistas y áreas para el aprendizaje de niños, algunos de nuestros compañeros se subieron en los teleféricos. Tiene una extensión de 21 kilómetros de pendientes y atrae miles de turistas cada año. Después de la breve experiencia en este resort, el viaje llegó a su fin, dirigiéndonos a Erzurum para tomar el vuelo que nos devolvería a cada uno a su casa.
Cabe destacar que el escritor turco, el único que ha ganado el Premio Nobel de Literatura, Orhan Pamuk, tiene una novela que, en turco, se titula “Kars” y en español la llamaron “Nieve”.
*El nártex en las basílicas románicas es el pórtico situado entre el atrio y las naves del templo, del que está separado por divisiones fijas, destinado a los penitentes y a los catecúmenos (no bautizados). El modelo proviene de las antiguas basílicas paleocristianas.
1 COMENTARIO
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Buenos días Mariela
Que felicidad trasladarme todos los meses, a través de tus escritos, a esas milenarias ciudades turcas que visitas y que gentilmente nos compartes.
con tu siempre agradable y atinada prosa.
Hoy terminé de leerla con frío, pero encantado de nutrirme con estas valiosísimas e interesantes experiencias que a diario vives, reresentándonos como país, con mucha altura y donaire.
Un abrazo,
Negro Delgado