Por Mariela Sagel, 29 de junio de 2020, El Siglo de Panamá

     La semana pasada fue de muchos sobresaltos: la cifra de contagiados diarios por Covid aumentó a niveles alarmantes, hubo cambios en el gabinete, nos cubrió una espesa neblina producto de la arena del Sahara y otro montón de calamidades.  La población está agotada de tantas restricciones, sin salir ni oportunidad de volver a trabajar.  Sin embargo, como bien lo señaló uno de los que ha estado al frente de la tropa de choque en el campo sanitario, la cuarentena era necesaria y urgente para detener o amortiguar la afectación de la pandemia.

     Me refiero al Dr. Xavier Sáez-Llorens, un investigador consagrado, respetado y a la vez odiado por muchos, porque no tiene pepitas en la lengua ni prurito en teclear lo que piensa.  Como este virus vino sin manual de procedimientos, los científicos que afrontaron el problema hicieron cálculos y escenarios en cómo tratarlo y de no haber optado por la cuarentena, hoy tendríamos cientos de miles de fallecidos, más de cien mil contagiados y la capacidad hospitalaria más que colapsada.  “En términos prácticos, la cuarentena redujo la cantidad de enfermos en 80%-96%, de hospitalizaciones en 83%-97% y de defunciones en 78%-96% (de 500 a 3 mil 500 muertes evitadas), en tan solo un mes y medio de reclusión domiciliaria” afirmó en un diario local.

     No podemos negar que estamos todos ansiosos y cansados de este largo encierro, que vemos el progreso del país con serias dificultades, pero aquí debemos hacer una reflexión: ¿qué vale más? ¿La vida normal, de consumismo avasallante, de tráfico insoportable y de pérdida de tiempo a lo que ahora hemos tenido que acostumbrarnos?  La recuperación va a ser muy dura, eso lo sabemos, pero debemos recuperarnos sanos, no enfermos o dolientes por la pérdida de seres queridos.

     Reitero mi agradecimiento a la Dra. Rosario Turner, quien se enfrentó a un escenario desconocido y liderizó el equipo sanitario que dispuso cómo debíamos enfrentar este enemigo que surgió de la nada y nos tiene acorralados.