Publicado en La Estrella de Panamá, el 18 de septiembre de 2022.
El Museo de la Inocencia, cerca de la calle peatonal de Istiklal, en Taksim, Estambul, fue creado por el escritor turco Orhan Pamuk, premio Nobel de Literatura en 2006. Es un pequeño y estrecho edificio del siglo XIX de cinco plantas, donde se han instalado, de manera preciosista, los objetos que relatan la memoria y significados de uso diario y ocasiones especiales que se describen en la extraordinaria novela que tiene el mismo título. Es el primer museo creado en torno al universo de una novela de ficción y recibió el Premio Museo del año en el 2014.
Pamuk concibió el museo al mismo tiempo que la novela, a inicios de los años 90. El relato fue publicado en 2008 y el museo lo abrieron en 2012. Precisamente, el día de mi visita, se estaba conmemorando una década de haberlo abierto al público. El Museo de la Inocencia, el libro, ha sido traducido a más de cuarenta idiomas. Actualmente el museo es administrado por la Fundación Masumiyet (Inocencia), que estableció Pamuk en 2009. Fue reconocido como “museo privado” por el Ministerio de Cultura y Turismo y es parte de ICOM (International Council of Museums).
La novela, que transcurre entre 1974 y principios del 2000, relata la historia de la vida en Estambul entre 1950 hasta los inicios de este siglo, a través de las memorias y flashbacks que conciernen la vida de dos familias, una rica y la otra, de clase media.
Kemal, miembro de la prestigiosa y adinerada familia Basmaci, del barrio de Nisantasi, está por casarse con Sibel, una chica de su misma clase, pero de repente vuelve a ver a una pariente lejana, Füsun, que trabaja en una tienda de ropa femenina. Él es mayor que ella, unos 12 años e inician una relación sexual apasionada en un departamento que la madre de Kemal tenía (en el edificio llamado Compasión) y que él utilizaba para escuchar música y abstraerse de la vida laboral (trabajaba en una empresa familiar, Satat). Ese departamento era el depósito de muebles y objetos que ya no usaba la madre de Kemal.
Después de que Füsun se casa con otro hombre, Kemal y ella siguen encontrándose durante ocho años, en el mismo edificio donde hoy está el museo. Después de cada visita, él se llevaba un objeto que le recordaba a la chica o algún momento que compartieron. Estos objetos son los que forman la colección del Museo de la Inocencia.
La exhibición muestra los objetos que Kemal, el protagonista de la novela, fue recabando y que le recordaban a su amante, Füsun. Son cosas que relatan la vida diaria del Estambul de esos años de fin del siglo XX y están exhibidos de manera muy cuidadosa en cajas dentro de vitrinas, y representan las cosas usadas, escuchadas, vistas, coleccionadas y soñadas por los protagonistas de esta historia.
Exponiendo los objetos e imágenes, que están bellamente descritos en la novela, el museo va creando una atmósfera que nos hace revivir la historia. Es a la misma vez un museo de ficción, así como un museo de la vida del Estambul de la segunda mitad del siglo XX.
“Exponiendo los objetos e imágenes, que están bellamente descritos en la novela, el museo va creando una atmósfera que nos hace revivir la historia”.
“El Museo de la Inocencia está basado en la certeza de objetos que tuvieron diferentes usos y evocan las más disparatadas memorias, cuando se muestran una al lado de la otra, y eso hace que rememoren pensamientos y emociones”.
Las exhibiciones están dispuestas en cuatro de los cinco pisos y la audioguía del museo te va llevando, de la voz del autor, por cada gabinete, a través de los capítulos de la novela, y tienen los mismos números y títulos que el libro. Las cajas están expuestas en el mismo orden que los capítulos, con excepción de la caja #68, que se titula “4213 colillas de cigarrillos”, que es la pieza más grande del museo, que está en la entrada.
En el piso de arriba, donde Kemal Basmaci vivió desde el año 2000 al 2007, mientras se construía el museo, se exhiben páginas del manuscrito de la novela de Orhan Pamuk, así como los primeros bocetos para las cajas, que el autor fue diseñando para cada capítulo. En el último piso está la cama donde Kemal reposaba mientras relataba su historia a Pamuk.
Otro libro del Nobel, La inocencia de los objetos, publicado en 2012, es el catálogo donde el autor cuenta la historia del proyecto en el que invirtió quince años. En él se encuentran imágenes y fotografías cuidadosamente seleccionadas, donde se cuenta la vida del autor y de la ciudad donde creció, que le dan un nuevo sentido a los que lo visitan, detalles tanto ordinarios como extraordinarios que pululan en cada paisaje de la vida diaria de los estambulíes.
“La espiral del tiempo”, que se encuentra a la entrada del museo, se pude apreciar desde cualquier piso, y es el eje que une todos los escenarios y alrededor del cual se exhiben objetos que podrían catalogarse como cotidianos pero que tiene cada uno su significado. Si Aristóteles pensaba que el tiempo era una línea que unía momentos que valía la pena recordar, Pamuk, como novelista ve la historia como una línea que va uniendo objetos, como son descritos en la novela. Así como la espiral representa el tiempo y la historia misma, los puntos dorados representan momentos en el tiempo en que se vivieron, así como los objetos que pueblan la historia.
El video que se proyecta en el tercer piso está compuesto con pietaje de 50 películas que se filmaron en los años 50, 60 y 70’s. El que se proyecta en el piso de acceso y el segundo está compuesto de pietajes de películas sobre Estambul en el pasado y, para mantener la atmósfera de la novela, sentir cómo era la ciudad cuando se estaba escribiendo la novela. Los sonidos se asemejan a los de la ciudad y se escuchan desde cada objeto, y es importante que uno se mantenga atento.
La historia, contestataria y de avanzada, relata la relación que establecieron Kemal y Füsun, cuando no era aceptado que una mujer fuera “hasta lo último” antes de casarse, y la pasión que los envuelve por muchos años. Empieza con los preparativos de la boda de Kemal con la joven Sabiel, su reencuentro con Füsun, con la que jugaba cuando ambos eran pequeños (él era mayor, pero hasta en triciclo paseaban, triciclo que se exhibe), la obsesión que se apodera de él y describe los embates amorosos que se sucedían casi a diario en el sucio piso repleto de cachivaches. Se muestran objetos como la cartera que Kemal compró a Füsun cuando se reencontraron, que era de imitación, los pendientes de perlas que le dio el padre de él y que acabaron en manos de la amante. Es una historia no solo fascinante sino divertida y de las mejores contadas de Pamuk. Como siempre, el Estambul del Nobel está presente, con su aire de melancolía y recuerdos. Las ansias de occidentalización de la clase adinerada y los gustos y costumbres de la época.
La novela tiene 83 capítulos, y la cantidad de las cajas que muestra el museo es de 83. Leer el libro y visitar el museo es algo que uno debe hacer para entender el propósito de este singular proyecto. La idea de crearlo surgió cuando el autor turco conoció al príncipe Ali Vasib, en 1982, bisnieto del sultán Murad V. Las referencias al padre de la patria, Mustafá Kemal Atatürk y su deseo de construir un país laico y moderno, empezando por ponerle apellidos a las personas, son espléndidas.